domingo, 20 de noviembre de 2016

DIFERENCIAS ENTRE HOMBRES Y MUJERES COMO CONSUMIDORES DE MODA

En lo que se refiere a las compras, las mujeres son de Venus y los hombres de Marte.
Las mujeres son felices rebuscando entre las colecciones de accesorios y ropa o dándose una vuelta por la sección de calzado. Les gusta subirse en ascensores de cristal mientras escuchan música clásica o rociarse con la muestra de un perfume antes de, por ejemplo, comprar otra cosa. Sin embargo, los hombres consideran que comprar es más bien una misión. Salen con el objeto de comprar determinado bien y tan pronto como lo hacen quieren abandonar rápidamente la tienda.
Estas son algunas de las conclusiones que aparecen recogidas en el estudio “Men Buy, Women Shop” (“Los hombres compran, las mujeres van de compras”), realizado por Jay H. Baker Retail Initiative, de Wharton, y el Verde Group, una firma consultora de Toronto. Asimismo las mujeres reaccionan con mayor intensidad que los hombres ante la actitud de los dependientes. Sin embargo, las reacciones de los hombres están más relacionadas con aspectos utilitarios relacionados con la compra, como tener espacio para aparcar, que el producto esté disponible en stock o que no haya largas colas para pagar.
“Las mujeres suelen estar más involucradas en toda la experiencia de ir de compras”, dice Robert Price, director de marketing de CVS Caremark y miembro de consejo asesor Baker. “Los hombres quieren entrar en la tienda, comprar el bien que andan buscando y salir rápidamente”.
“Me encanta ir de compras. Me encanta ir de compras incluso cuando mi tiempo es limitado. Simplemente adoro comprar”, comentaba una de las participantes en el estudio, de edad comprendida entre los 18 y los 35 años. Comparemos esta respuesta con la de un varón del mismo grupo de edad describiendo cómo los hombres afrontaban la experiencia de ir de compras: “Vamos a determinada tienda, compramos lo que necesitamos y nos vamos porque queremos hacer otras cosas”.
Price sostiene que el papel de las mujeres como “cuidadoras” persiste a pesar de que sus responsabilidades han aumentado. En su opinión, estas responsabilidades contribuyen a que las mujeres sean más conscientes a la hora de comprar y también tengan mayores expectativas. Por otro lado, tras haber confiado durante varias generaciones dicha tarea a las mujeres, el interés de los hombres en el hecho de ir de compras se ha ido atrofiando.
En opinión del profesor de Marketing de Wharton, Stephen J. Hoch, el comportamiento a la hora de ir de compras refleja las diferencias de género que se manifiestan en diferentes aspectos de la vida. “Las mujeres piensan en las compras de un modo interpersonal y humano, mientras los hombres consideran que es algo más instrumental. Se trata de una tarea que hay que ejecutar”, explica añadiendo que estas conclusiones tienen implicaciones para los minoristas interesados en desarrollar un enfoque más segmentado para crear y mantener la lealtad de los clientes de ambos géneros.
Sentirse importante versus irse rápidamente
Los investigadores también descubrieron que, cuando compran, es más probable que las mujeres tengan más problemas que los hombres (53% frente al 48%). Asimismo, las mujeres de más de 40 años suelen experimentar más problemas que los hombres de ese mismo grupo de edad.
Para las mujeres, “la falta de ayuda cuando se necesita” constituye el mayor problema (29%). También es el motivo más probable por el que las tiendas pierden negocio con sus clientes del género femenino. De hecho, según el análisis de los datos recopilados para la elaboración del estudio, los establecimientos podrían llegar a perder el 6% de sus clientes mujeres porque no encuentran la ayuda de los dependientes. Sin embargo, los hombres consideraban que el principal problema (también con un 29%) es “la dificultad para encontrar sitio donde aparcar cerca de la entrada del establecimiento”. El problema que con mayor probabilidad causaría la pérdida de los clientes masculinos es que el producto que tenían intención de comprar esté agotado; los establecimientos podrían llegar a perder el 5% de los consumidores varones debido a este motivo.
Los clientes de género masculino y femenino también muestran diferentes reacciones ante los dependientes. Para los hombres, que el dependiente muestre interés en ayudarle a encontrar determinado bien es más importante que para las mujeres, seguido por los esfuerzos del dependiente para poder cobrarle rápidamente. Para las mujeres, la lealtad al establecimiento está relacionada con la familiaridad mostrada por los dependientes con los productos de la tienda y su capacidad para determinar qué productos se ajustan más a los gustos y necesidades del cliente. Según el estudio, las mujeres también valoran a los dependientes que les hacen sentirse importantes.
En una entrevista con los investigadores, una mujer cuya edad estaba comprendida entre los 18 y los 35 describía a los empleados de su tienda preferida: “Los dependientes son siempre estupendos. Siempre me enseñan diferentes estilos. También me muestran cosas nuevas que acaban de entrar”. Mientras, un hombre perteneciente a ese mismo segmento de edad declaraba: “No me relaciono mucho con la mayoría de los dependientes. Realmente no los necesito… excepto para que me cobren en caja”.
Paula Courtney, presidente del Verde Group, sugiere que las actitudes ante los dependientes reflejan diferencias sutiles, aunque importantes, entre los hombres y las mujeres. Cuando se les preguntó qué problema causaría que nunca volviesen a determinado establecimiento, las mujeres señalaron que “empleados que actuasen como si estuvieses interrumpiendo sus conversaciones personales o haciéndoles perder su tiempo”. Los hombres concedían mayor importancia a que los empleados fuesen “perezosos, es decir, que no comprobasen que determinado bien estuviese disponible en stock o que no te acompañasen hasta el lugar en que estaba el producto que estabas buscando”.
Courtney señala que, para las mujeres, la experiencia de comprar es algo “más personal”. Para los hombres, los problemas con los dependientes están relacionados directamente con conseguir el artículo que querían. “Las mujeres son más proclives a sentirse molestas por la falta de compromiso de los dependientes. Para los hombres, aunque el compromiso es algo importante, no lo es tanto como el producto en sí o poder abandonar el establecimiento rápidamente”.
Los comercios minoristas pueden utilizar los resultados de este estudio para ofrecer servicios personalizados a sus clientes y así incrementar sus ventas, explicaba Courtney. “En un mercado altamente competitivo, donde la gente es sensible a los precios y existen cientos de opciones, si puedes sacarte de la manga una nueva estrategia que te conceda cierta ventaja, ¿por qué no vas a hacerlo?”, pregunta. “Si tratamos a los hombres y las mujeres de un modo diferente, entonces tendremos más éxito”. Erin Armendinger, director de gestión de la iniciativa Baker, lo explica del siguiente modo: “Los hombres y las mujeres sencillamente son diferentes. Es importante que los minoristas recuerden que no se trata sólo de lo que compran, sino de cómo lo compran”.
Price sugiere que los minoristas que quieran mejorar su capacidad para llegar a los consumidores según su género deberían seguir determinados pasos. No obstante, en primer lugar tendrían que asegurarse del buen funcionamiento de sus operaciones para evitar que se generen problemas, como no disponer de un producto en stock o no haber generado suficiente publicidad, lo cual reduce la satisfacción de comprar tanto para hombres como para mujeres. Asimismo Price sugiere que todo esfuerzo para intentar llegar a las féminas no puede ser superficial, como por ejemplo simplemente colgar letreros o cambiar el color de los uniformes.
La comunicación es fundamental para llegar a las mujeres, añade Price. Los dependientes deben saber si el cliente está buscando un producto que no admite devolución, como por ejemplo un producto cosmético, o un producto más complejo, como un tratamiento o medicamento que se pueda vender sin receta. Para ayudar a los clientes en estas dos categorías tan diferentes de bienes se necesitan diferentes estilos de comunicación. Se debe formar a los dependientes para saber reconocer y reaccionar ante las pistas que proporcionen los clientes.
Aquellos minoristas que quieran resultar atractivos para las mujeres deberían también prestar atención a la variedad de productos que ofrecen, dice Price. Podría ser muy tentador ofrecer un amplio abanico de productos, sin embargo las investigaciones muestran que las mujeres que deben encontrar cierto equilibrio entre sus múltiples responsabilidades prefieren aquellos establecimientos con una selección limitada, como Coach, Trader Joe’s y Sephora.
Por último, contratar a mujeres en todas las secciones proporcionará al establecimiento un contacto más directo con las necesidades de las potenciales clientes. En la empresa de Price, la mayoría de los dependientes son mujeres; asimismo, en el departamento de marketing el porcentaje de féminas supera al del sexo contrario. No hay idea que empiece a circular sin que rápidamente una mujer manifieste como podría afectar a su vida, señala.

domingo, 30 de octubre de 2016

¿QUE ES UN FITTING ROOM?

EN inglés fitting room significa probador.

¿QUE ES UNA COLECCIÓN CRUCERO?

Es el eufemismo de preverano. Y ahora que el concepto está claro, procedemos a explicar en profundidad estas cinco palabras que tan bien suenan pero que pocos identifican, en realidad, con algo más que con propuestas de moda para pasar unas vacaciones en el mar. A la moda le gusta jugar con términos biensonantes y expresiones a las que, la mayoría de las veces, recurrimos sin tener ni puñetera idea de lo que significan. Cápsula, studio, dess code, LBD, outfits. Y nos quedamos como estábamos, sin haber entendido nada.
Ahora que junio se nos va de las manos, empieza a irrumpir en las publicaciones especializadas la expresión colección crucero. Que, por cierto, y por mucho que los poros presientan el verano, hace referencia al periodo estival del año que viene. La moda, siempre con ventaja. Estas series especiales, descolgadas de las líneas de otoño-invierno y primavera-verano, funcionan como un aperitivo. Las prendas que las integran suelen oscilar entre el estilo primaveral y el de los meses del calor más inclemente y se ponen a la venta cuando los diseños invernales aún no han desalojado las tiendas y los del verano hacen cola para tomar las estanterías.
Surgieron, como casi todo, como respuesta a una necesidad: las de los pudientes millonarios que cuando llegaban las nubes se iban de vacaciones en crucero a destinos tropicales. En este interludio entre el frío y el bochorno, se ubican las colecciones que toman el nombre del buque de guerra, hoy identificado con el turismo marítimo.
El aire marinero que predominaba en el origen de estas colecciones sigue manteniéndose actualmente, al igual que su espíritu. Es por esto, que las series de entretiempo -como las denominarían sabiamente nuestras abuelas- ofrecían y ofrecen trajes de baño, sombreros, sandalias, vestidos en lino o algodón y vaporosos diseños de noche para veladas de gala a bordo. Pero, en contra de lo que pueda parecer, no son un avance de lo que vendrá. Se trata de trabajos independientes, perfectos para lugares donde los inviernos no son demasiado duros y los veranos son templados.
El Corte Inglés es un buen ejemplo para tenerlo claro. En su colección crucero predominan los colores marinos, el blanco y el azul; las sandalias, las camisas blancas y las flores.

¿QUE ES UNA COLECCION CAPSULA?

Una colección capsula puede significar varias cosas. La primera de ellas, que se trate de una colección pequeña, nunca de más de 16-20 piezas, que quedase enmarcada dentro de otra colección. Es decir, sería como una metacolección, que por separado tendría sentido pero que ha sido lanzada como parte de una mayor. Esta es la forma que más veces veremos en nuestro mundo urbano presentarse las colecciones cápsula, como parte de una colección aún mayor.
La segunda de las alternativas que se nos presenta para definir este concepto hace referencia a una colección pequeña realizada por diseñador importante, externo a la empresa o que trabaja de forma reconocida para otra marca, y cuyos trabajos que se comercializan bajo el nombre de la primera y adquieren relevancia por el trabajo de la segunda. Además, suelen ser bastante limitadas y tener una vida escasa en el tiempo.

¿QUE ES UN PERSONAL SHOPPER?

La definición literal de personal shopper es "comprador personal" (fr. commis d'achat). Inicialmente, el Personal Shopper es una persona que ayuda a sus clientes a elegir y comprar objetos de diverso tipo (decoración, regalos, etc.). El personal shopper puede acompañar a los clientes a las tiendas estableciendo rutas de compra personalizadas o comprar los objetos por su cuenta si el cliente no dispone del tiempo suficiente.
Pero además, en los últimos años, su labor va mucho más allá ya que desempeña también funciones de asesor o estilista para determinadas ocasiones. En la actualidad, el personal shopper se encarga de la imagen global del cliente.1
Esta profesión nació en Nueva York en los años 80 para ayudar a aquellas personas a las que su apretada agenda les impedía realizar determinadas compras. Actualmente, se ha extendido a las principales ciudades del mundo occidental. Los clientes son por lo general personas acomodadas o que gravitan en torno al mundo de la moda o del espectáculo con poco tiempo a su disposición. También es habitual que las grandes boutiques y grandes almacenes pongan a disposición del cliente personal shoppers que les orientarán sobre las prendas a comprar en función de sus características.


¿QUE ES EL COOLHUNTING?

Coolhunting es un término en el mundo del marketing y la publicidad, que se puede traducir como ‘caza de tendencias’. El trabajo se refiere a hacer predicciones sobre cambios o surgimientos referentes a la cultura delconsumismo y la moda. Esta información ha tenido un gran impacto para ayudar a empresas a estar preparados para aprovechar tendencias sociales. Quienes se dedican a esto se denominan «cazatendencias», «cazadores de tendencias», «rastreadores»1 o, en inglés, coolhunters.

Actividad

La actividad de un cazatendencias es básicamente, la recolección de información sobre temas de moda o tendencias. Principalmente en la vía pública e internet. La misma se desarrolla con una mirada muy neutral sobre la sociedad o sobre el lugar de trabajo. Un cazatendencias debe aceptar, comprender y analizar diferentes tipos de estereotipos. También debe estar actualizado en todos los ámbitos y obtener información a través de distintos medios, y concretamente a través de internet.
Generalmente se obtiene la imagen de un cazatendencias como una persona gastada. Usualmente en la calle acompañado de una cámara y una libreta, la cual no se aleja mucho de la realidad.
En la actividad de la confección de un trabajo a presentación es necesario presentar todos los detalles y no generalizar demasiado, así como no generar mucha información de relleno.

Tipos

La misma en algunos casos es desarrollada por cazatendencias como profesionales. Ya sea para firmas o agencias de coolhunting, publicidad, marketing o grandes empresas.
En otros casos suele ser un pasatiempo o trabajo parcial, donde se citan a los mismos por determinados trabajos o se los premia por obtener u entregar informes de relevancia. Generalmente pagos con retribuciones en productos o regalos.
Más allá de profesionales dedicados a la identificación de tendencias, también se denomina coolhunters' (trendsetters o influenciadores), al colectivo de consumidores cuyas opiniones influyen en la toma de decisión de las personas que les rodean de tal forma que crean tendencias, modas y tienen el poder de impulsar el desarrollo de una marca.
Internet y los medios digitales han revolucionado el coolhunting dando lugar a nuevas técnicas de investigación y caza de tendencias, estas nuevas técnicas se engloban bajo la metodología denominada coolhunting digital ocoolhunting 2.0.



¿QUE ES UN "FAUX PAS"?

  Faux pas significa en francés paso en falso. En terminos de moda, esta expresión se utiliza para designar un crimen de la moda, literalmente significa “no se debe”