domingo, 20 de noviembre de 2016

DIFERENCIAS ENTRE HOMBRES Y MUJERES COMO CONSUMIDORES DE MODA

En lo que se refiere a las compras, las mujeres son de Venus y los hombres de Marte.
Las mujeres son felices rebuscando entre las colecciones de accesorios y ropa o dándose una vuelta por la sección de calzado. Les gusta subirse en ascensores de cristal mientras escuchan música clásica o rociarse con la muestra de un perfume antes de, por ejemplo, comprar otra cosa. Sin embargo, los hombres consideran que comprar es más bien una misión. Salen con el objeto de comprar determinado bien y tan pronto como lo hacen quieren abandonar rápidamente la tienda.
Estas son algunas de las conclusiones que aparecen recogidas en el estudio “Men Buy, Women Shop” (“Los hombres compran, las mujeres van de compras”), realizado por Jay H. Baker Retail Initiative, de Wharton, y el Verde Group, una firma consultora de Toronto. Asimismo las mujeres reaccionan con mayor intensidad que los hombres ante la actitud de los dependientes. Sin embargo, las reacciones de los hombres están más relacionadas con aspectos utilitarios relacionados con la compra, como tener espacio para aparcar, que el producto esté disponible en stock o que no haya largas colas para pagar.
“Las mujeres suelen estar más involucradas en toda la experiencia de ir de compras”, dice Robert Price, director de marketing de CVS Caremark y miembro de consejo asesor Baker. “Los hombres quieren entrar en la tienda, comprar el bien que andan buscando y salir rápidamente”.
“Me encanta ir de compras. Me encanta ir de compras incluso cuando mi tiempo es limitado. Simplemente adoro comprar”, comentaba una de las participantes en el estudio, de edad comprendida entre los 18 y los 35 años. Comparemos esta respuesta con la de un varón del mismo grupo de edad describiendo cómo los hombres afrontaban la experiencia de ir de compras: “Vamos a determinada tienda, compramos lo que necesitamos y nos vamos porque queremos hacer otras cosas”.
Price sostiene que el papel de las mujeres como “cuidadoras” persiste a pesar de que sus responsabilidades han aumentado. En su opinión, estas responsabilidades contribuyen a que las mujeres sean más conscientes a la hora de comprar y también tengan mayores expectativas. Por otro lado, tras haber confiado durante varias generaciones dicha tarea a las mujeres, el interés de los hombres en el hecho de ir de compras se ha ido atrofiando.
En opinión del profesor de Marketing de Wharton, Stephen J. Hoch, el comportamiento a la hora de ir de compras refleja las diferencias de género que se manifiestan en diferentes aspectos de la vida. “Las mujeres piensan en las compras de un modo interpersonal y humano, mientras los hombres consideran que es algo más instrumental. Se trata de una tarea que hay que ejecutar”, explica añadiendo que estas conclusiones tienen implicaciones para los minoristas interesados en desarrollar un enfoque más segmentado para crear y mantener la lealtad de los clientes de ambos géneros.
Sentirse importante versus irse rápidamente
Los investigadores también descubrieron que, cuando compran, es más probable que las mujeres tengan más problemas que los hombres (53% frente al 48%). Asimismo, las mujeres de más de 40 años suelen experimentar más problemas que los hombres de ese mismo grupo de edad.
Para las mujeres, “la falta de ayuda cuando se necesita” constituye el mayor problema (29%). También es el motivo más probable por el que las tiendas pierden negocio con sus clientes del género femenino. De hecho, según el análisis de los datos recopilados para la elaboración del estudio, los establecimientos podrían llegar a perder el 6% de sus clientes mujeres porque no encuentran la ayuda de los dependientes. Sin embargo, los hombres consideraban que el principal problema (también con un 29%) es “la dificultad para encontrar sitio donde aparcar cerca de la entrada del establecimiento”. El problema que con mayor probabilidad causaría la pérdida de los clientes masculinos es que el producto que tenían intención de comprar esté agotado; los establecimientos podrían llegar a perder el 5% de los consumidores varones debido a este motivo.
Los clientes de género masculino y femenino también muestran diferentes reacciones ante los dependientes. Para los hombres, que el dependiente muestre interés en ayudarle a encontrar determinado bien es más importante que para las mujeres, seguido por los esfuerzos del dependiente para poder cobrarle rápidamente. Para las mujeres, la lealtad al establecimiento está relacionada con la familiaridad mostrada por los dependientes con los productos de la tienda y su capacidad para determinar qué productos se ajustan más a los gustos y necesidades del cliente. Según el estudio, las mujeres también valoran a los dependientes que les hacen sentirse importantes.
En una entrevista con los investigadores, una mujer cuya edad estaba comprendida entre los 18 y los 35 describía a los empleados de su tienda preferida: “Los dependientes son siempre estupendos. Siempre me enseñan diferentes estilos. También me muestran cosas nuevas que acaban de entrar”. Mientras, un hombre perteneciente a ese mismo segmento de edad declaraba: “No me relaciono mucho con la mayoría de los dependientes. Realmente no los necesito… excepto para que me cobren en caja”.
Paula Courtney, presidente del Verde Group, sugiere que las actitudes ante los dependientes reflejan diferencias sutiles, aunque importantes, entre los hombres y las mujeres. Cuando se les preguntó qué problema causaría que nunca volviesen a determinado establecimiento, las mujeres señalaron que “empleados que actuasen como si estuvieses interrumpiendo sus conversaciones personales o haciéndoles perder su tiempo”. Los hombres concedían mayor importancia a que los empleados fuesen “perezosos, es decir, que no comprobasen que determinado bien estuviese disponible en stock o que no te acompañasen hasta el lugar en que estaba el producto que estabas buscando”.
Courtney señala que, para las mujeres, la experiencia de comprar es algo “más personal”. Para los hombres, los problemas con los dependientes están relacionados directamente con conseguir el artículo que querían. “Las mujeres son más proclives a sentirse molestas por la falta de compromiso de los dependientes. Para los hombres, aunque el compromiso es algo importante, no lo es tanto como el producto en sí o poder abandonar el establecimiento rápidamente”.
Los comercios minoristas pueden utilizar los resultados de este estudio para ofrecer servicios personalizados a sus clientes y así incrementar sus ventas, explicaba Courtney. “En un mercado altamente competitivo, donde la gente es sensible a los precios y existen cientos de opciones, si puedes sacarte de la manga una nueva estrategia que te conceda cierta ventaja, ¿por qué no vas a hacerlo?”, pregunta. “Si tratamos a los hombres y las mujeres de un modo diferente, entonces tendremos más éxito”. Erin Armendinger, director de gestión de la iniciativa Baker, lo explica del siguiente modo: “Los hombres y las mujeres sencillamente son diferentes. Es importante que los minoristas recuerden que no se trata sólo de lo que compran, sino de cómo lo compran”.
Price sugiere que los minoristas que quieran mejorar su capacidad para llegar a los consumidores según su género deberían seguir determinados pasos. No obstante, en primer lugar tendrían que asegurarse del buen funcionamiento de sus operaciones para evitar que se generen problemas, como no disponer de un producto en stock o no haber generado suficiente publicidad, lo cual reduce la satisfacción de comprar tanto para hombres como para mujeres. Asimismo Price sugiere que todo esfuerzo para intentar llegar a las féminas no puede ser superficial, como por ejemplo simplemente colgar letreros o cambiar el color de los uniformes.
La comunicación es fundamental para llegar a las mujeres, añade Price. Los dependientes deben saber si el cliente está buscando un producto que no admite devolución, como por ejemplo un producto cosmético, o un producto más complejo, como un tratamiento o medicamento que se pueda vender sin receta. Para ayudar a los clientes en estas dos categorías tan diferentes de bienes se necesitan diferentes estilos de comunicación. Se debe formar a los dependientes para saber reconocer y reaccionar ante las pistas que proporcionen los clientes.
Aquellos minoristas que quieran resultar atractivos para las mujeres deberían también prestar atención a la variedad de productos que ofrecen, dice Price. Podría ser muy tentador ofrecer un amplio abanico de productos, sin embargo las investigaciones muestran que las mujeres que deben encontrar cierto equilibrio entre sus múltiples responsabilidades prefieren aquellos establecimientos con una selección limitada, como Coach, Trader Joe’s y Sephora.
Por último, contratar a mujeres en todas las secciones proporcionará al establecimiento un contacto más directo con las necesidades de las potenciales clientes. En la empresa de Price, la mayoría de los dependientes son mujeres; asimismo, en el departamento de marketing el porcentaje de féminas supera al del sexo contrario. No hay idea que empiece a circular sin que rápidamente una mujer manifieste como podría afectar a su vida, señala.

domingo, 30 de octubre de 2016

¿QUE ES UN FITTING ROOM?

EN inglés fitting room significa probador.

¿QUE ES UNA COLECCIÓN CRUCERO?

Es el eufemismo de preverano. Y ahora que el concepto está claro, procedemos a explicar en profundidad estas cinco palabras que tan bien suenan pero que pocos identifican, en realidad, con algo más que con propuestas de moda para pasar unas vacaciones en el mar. A la moda le gusta jugar con términos biensonantes y expresiones a las que, la mayoría de las veces, recurrimos sin tener ni puñetera idea de lo que significan. Cápsula, studio, dess code, LBD, outfits. Y nos quedamos como estábamos, sin haber entendido nada.
Ahora que junio se nos va de las manos, empieza a irrumpir en las publicaciones especializadas la expresión colección crucero. Que, por cierto, y por mucho que los poros presientan el verano, hace referencia al periodo estival del año que viene. La moda, siempre con ventaja. Estas series especiales, descolgadas de las líneas de otoño-invierno y primavera-verano, funcionan como un aperitivo. Las prendas que las integran suelen oscilar entre el estilo primaveral y el de los meses del calor más inclemente y se ponen a la venta cuando los diseños invernales aún no han desalojado las tiendas y los del verano hacen cola para tomar las estanterías.
Surgieron, como casi todo, como respuesta a una necesidad: las de los pudientes millonarios que cuando llegaban las nubes se iban de vacaciones en crucero a destinos tropicales. En este interludio entre el frío y el bochorno, se ubican las colecciones que toman el nombre del buque de guerra, hoy identificado con el turismo marítimo.
El aire marinero que predominaba en el origen de estas colecciones sigue manteniéndose actualmente, al igual que su espíritu. Es por esto, que las series de entretiempo -como las denominarían sabiamente nuestras abuelas- ofrecían y ofrecen trajes de baño, sombreros, sandalias, vestidos en lino o algodón y vaporosos diseños de noche para veladas de gala a bordo. Pero, en contra de lo que pueda parecer, no son un avance de lo que vendrá. Se trata de trabajos independientes, perfectos para lugares donde los inviernos no son demasiado duros y los veranos son templados.
El Corte Inglés es un buen ejemplo para tenerlo claro. En su colección crucero predominan los colores marinos, el blanco y el azul; las sandalias, las camisas blancas y las flores.

¿QUE ES UNA COLECCION CAPSULA?

Una colección capsula puede significar varias cosas. La primera de ellas, que se trate de una colección pequeña, nunca de más de 16-20 piezas, que quedase enmarcada dentro de otra colección. Es decir, sería como una metacolección, que por separado tendría sentido pero que ha sido lanzada como parte de una mayor. Esta es la forma que más veces veremos en nuestro mundo urbano presentarse las colecciones cápsula, como parte de una colección aún mayor.
La segunda de las alternativas que se nos presenta para definir este concepto hace referencia a una colección pequeña realizada por diseñador importante, externo a la empresa o que trabaja de forma reconocida para otra marca, y cuyos trabajos que se comercializan bajo el nombre de la primera y adquieren relevancia por el trabajo de la segunda. Además, suelen ser bastante limitadas y tener una vida escasa en el tiempo.

¿QUE ES UN PERSONAL SHOPPER?

La definición literal de personal shopper es "comprador personal" (fr. commis d'achat). Inicialmente, el Personal Shopper es una persona que ayuda a sus clientes a elegir y comprar objetos de diverso tipo (decoración, regalos, etc.). El personal shopper puede acompañar a los clientes a las tiendas estableciendo rutas de compra personalizadas o comprar los objetos por su cuenta si el cliente no dispone del tiempo suficiente.
Pero además, en los últimos años, su labor va mucho más allá ya que desempeña también funciones de asesor o estilista para determinadas ocasiones. En la actualidad, el personal shopper se encarga de la imagen global del cliente.1
Esta profesión nació en Nueva York en los años 80 para ayudar a aquellas personas a las que su apretada agenda les impedía realizar determinadas compras. Actualmente, se ha extendido a las principales ciudades del mundo occidental. Los clientes son por lo general personas acomodadas o que gravitan en torno al mundo de la moda o del espectáculo con poco tiempo a su disposición. También es habitual que las grandes boutiques y grandes almacenes pongan a disposición del cliente personal shoppers que les orientarán sobre las prendas a comprar en función de sus características.


¿QUE ES EL COOLHUNTING?

Coolhunting es un término en el mundo del marketing y la publicidad, que se puede traducir como ‘caza de tendencias’. El trabajo se refiere a hacer predicciones sobre cambios o surgimientos referentes a la cultura delconsumismo y la moda. Esta información ha tenido un gran impacto para ayudar a empresas a estar preparados para aprovechar tendencias sociales. Quienes se dedican a esto se denominan «cazatendencias», «cazadores de tendencias», «rastreadores»1 o, en inglés, coolhunters.

Actividad

La actividad de un cazatendencias es básicamente, la recolección de información sobre temas de moda o tendencias. Principalmente en la vía pública e internet. La misma se desarrolla con una mirada muy neutral sobre la sociedad o sobre el lugar de trabajo. Un cazatendencias debe aceptar, comprender y analizar diferentes tipos de estereotipos. También debe estar actualizado en todos los ámbitos y obtener información a través de distintos medios, y concretamente a través de internet.
Generalmente se obtiene la imagen de un cazatendencias como una persona gastada. Usualmente en la calle acompañado de una cámara y una libreta, la cual no se aleja mucho de la realidad.
En la actividad de la confección de un trabajo a presentación es necesario presentar todos los detalles y no generalizar demasiado, así como no generar mucha información de relleno.

Tipos

La misma en algunos casos es desarrollada por cazatendencias como profesionales. Ya sea para firmas o agencias de coolhunting, publicidad, marketing o grandes empresas.
En otros casos suele ser un pasatiempo o trabajo parcial, donde se citan a los mismos por determinados trabajos o se los premia por obtener u entregar informes de relevancia. Generalmente pagos con retribuciones en productos o regalos.
Más allá de profesionales dedicados a la identificación de tendencias, también se denomina coolhunters' (trendsetters o influenciadores), al colectivo de consumidores cuyas opiniones influyen en la toma de decisión de las personas que les rodean de tal forma que crean tendencias, modas y tienen el poder de impulsar el desarrollo de una marca.
Internet y los medios digitales han revolucionado el coolhunting dando lugar a nuevas técnicas de investigación y caza de tendencias, estas nuevas técnicas se engloban bajo la metodología denominada coolhunting digital ocoolhunting 2.0.



¿QUE ES UN "FAUX PAS"?

  Faux pas significa en francés paso en falso. En terminos de moda, esta expresión se utiliza para designar un crimen de la moda, literalmente significa “no se debe”

¿QUE ES EL FRONT ROW?

         Front row en inglés significa primera fila.El front row en terminos de moda es la primera fila de los desfiles, las ubicaciones donde todos se mueren por estar y donde generalmente se sientan las celebrities, los mejores compradores de la marca para ver los espectáculos. Trascendió que Rihanna y Beyonce cobran unos cien mil dólares por sentarse en la primera fila, seguidas por Mery Kate y Ashley Olsen, con 80.000 dólares.


QUE ES UN THUNK SHOW?




Trunk significa baúl en inglés. Esto se origina en la época donde los diseñadores no tenían tienda propia, así que debían llenar sus baúles e ir por la ciudad a visitar a los clientes y mostrarles sus diseños cada temporada. Hoy en día cambió un poco la dinámica, se decoran los showrooms (o tiendas) y se colocan las piezas en ganchos, maniquíes o cuentan con la presencia de modelos para exhibir las prendas.
Estos eventos son exclusivos, funcionan con listas de invitados entre los cuales se encuentran los clientes más fieles a la marca y generan mayor lucro para las grandes casas, incluso hasta 20% de todas las ganancias. En estos eventos se logra una mejor interacción de diseñador – cliente, ya que no existe la distancia característica de los desfiles y es una experiencia más cercana.
Los más populares son los que se realizan para las colecciones bridal. Pero no solo se limitan a vestimenta, también hay trunk shows dirigidos hacia joyas, carteras y otros accesorios.
También es una oportunidad más creativa para la marca que realice la presentación, no solo se trata de exponer los diseños, sino de hacerlo de una manera distinta y atreverse a innovar un poco con la elección de la locación y la decoración, convirtiendo el evento una especie de galería de arte.
No lo pienses, si te invitan a uno de estos eventos quiere decir que la marca te aprecia como una compradora con tradición. Asiste y disfruta de esta experiencia totalmente diferente en lo que al diseño de modas se refiere.


LWMH-BERANRD ARNAULT

C

El rey del Lujo

Arnault con su segunda mujer, la pianista profesional Hèlene Mercier, y dos de sus hijos.

        El príncipe de las finanzas o el rey de los sueños y hasta Terminator, pero tal vez el calificativo más acertado sería el de rey del lujo, del máximo lujo. A pesar de una cierta timidez y de su falta de carisma, Bernard Arnault, ingeniero, 50 años, casado por segunda vez hace ocho años, con dos hijos de su primer matrimonio y tres del segundo, es quien ha construido el imperio del lujo, el holding que centraliza las principales empresas fabricantes de esos artículos exquisitos con los que sueñan millones de personas en el mundo.
Hablar de Arnault, es hablar de Loewe, de Vuitton, Céline, Kenzo, Givenchy, Christian Lacroix, Guerlain, Moët & Chandon, Veuve Clicquot Ponsardin, Pommery, Hennesy, ahora Krug, Gucci y tantas otras primeras marcas internacionales del mundo del lujo, la moda, los perfumes, cosméticos, vinos y bebidas espirituosas.
El éxito obtenido con sus 22 sociedades -con 250 filiales en Europa, América y Asia- y 33.000 empleados le ha valido que hace dos años la revista Forbes no sólo lo registrara en su lista de los 200 "Super ricos globales", sino que situara también a Bernard Arnault entre los ocho empresarios más creativos y de mayor éxito en el mundo.
A diferencia de otros famosos multimillonarios, Arnault no es un hombre que dé juego a las revistas del corazón; evita frecuentar todos aquellos lugares públicos comunes a la jet set, rehúye los focos y fla-shes, cuidando a ultranza su intimidad. Sólo la prensa económica habla de Arnault. Los medios de comunicación franceses han terminado por respetar la privacidad de este hombre que, desde su escritorio en el 30 de la Avenue Hoche de París, tanto aprueba una nueva línea de perfumes, como da luz verde a los modelos que presentará alguna de sus casas de moda en la próxima temporada, o prepara el asalto a una nueva primera marca del lujo para añadir a su imperio.
El círculo de las amistades de Arnault se circunscribe a un grupo relativamente reducido de personas, a los amigos de toda la vida. Son sólo ellos, su familia y sus colaboradores más directos y cercanos, quienes conocen dónde y qué come, dónde veranea, cuáles son sus costumbres, cómo es su vivienda o cómo son sus propiedades personales por dentro.
En las escasas 10 líneas de biografía oficial que proporciona la oficina de relaciones públicas de su imperio, el LVMH, se resumen escuetamente las "distracciones" de Arnault: música, piano... Algunos veteranos periodistas del ámbito económico y financiero aseguran que esa oficina "está expresamente aleccionada para que no se filtre ningún dato personal de Bernard Arnault que no sea el mínimo estrictamente necesario en la biografía de un hombre público".
En realidad, esas dos palabras de su biografía -música, piano-, encierran algo muy importante, incluso trascendental, en la vida del empresario. Arnault estudió piano desde niño y ambicionó durante años ser un buen concertista. Aunque abandonó esa idea para dedicarse al mundo de los negocios, siempre, hasta el día de hoy, siguió interpretando en su piano piezas de Chopin, Schumann o Frank Liszt.
Fue a través de su pasión por la música clásica como conoció, en una cena en 1991, a su segunda y actual mujer, Hèlene Mercier, nacida en Montreal y formada en conservatorios de Viena, París y Nueva York y que hoy día sigue tocando el piano profesionalmente.
Ambos han reconocido que su afinidad musical tuvo influencia en la decisión que tomaron de casarse pocos meses después de conocerse.

BIOGRAFÍA
Arnault se inició en el mundo empresarial de la mano de su propio padre, Jean Arnault, un industrial inmerso en el sector de la construcción en Roubaix, cerca de la frontera con Bélgica, junto a quien empezó a trabajar una vez terminados sus estudios, a los 21 años, en la más elitista universidad de Francia, la Escuela Politécnica.
En pocos años se convertiría en amo y señor de la empresa familiar, Ferret-Savinel, que venderá en 1978 a los Rostchild por más de 40 millones de francos -1.012 millones de pesetas-, reservándose, sin embargo, su filial en Canadá, Férinel, dedicada a actividades inmobiliarias. Fueron ésas las primeras operaciones financieras de importancia, la primera acumulación significativa de capital que le permitiría luego lanzarse a audaces y ambiciosas operaciones comerciales.
Arnault es un empresario audaz, arriesgado y ambicioso que nunca se ha conformado con mantenerse en posiciones minoritarias dentro de una empresa. Como muchos empresarios franceses de su época, Arnault temió que la llegada de los socialistas al poder, en 1981, afectara sus planes empresariales, por lo que decidió dejar las riendas de su empresa en manos de sus más estrechos colaboradores, partiendo a Estados Unidos en busca de nuevos proyectos.
Bernard Arnault no pierde tiempo allí, no ha ido a Estados Unidos para mantener sólo una vida social intensa o para conocer a algunos de los empresarios más poderosos del mundo. Tampoco su traslado se debe a la necesidad de descansar tocando su amado piano o practicando su deporte favorito, el tenis, con contrincantes de la talla de Björn Borg.
El cerebral Arnault, ese hombre delgado, alto, canoso, nada pródigo en sonrisas, respetado, pero sobre todo temido por sus empleados, aprovecha su estancia en Estados Unidos para ponerse al tanto de las grandes operaciones económicas y financieras internacionales que allí se tejen. Con la ayuda de uno de sus más estrechos colaboradores, Pierre Godé, Arnault logra en 1984 perfilar un nuevo objetivo empresarial que habrá de suponer un salto cualitativo, decisivo, en su vida empresarial: quiere entrar en la industria del lujo por la puerta grande.

APOYO SOCIALISTA
Arnault se pone como objetivo hacerse con el control del otrora poderoso, y ya en bancarrota, grupo industrial Agache-Willot, propietario de nada menos que Christian Dior y sociedades como Bon Marché, Belle Jardinière y Conforama. Arnault se enfrentaba en ese momento a poderosos competidores, pero será él quien, con fuertes avales financieros, logra ser el seleccionado por el Gobierno socialista.
Los críticos de Arnault, que no son pocos, le acusaron ya en aquel momento de haber utilizado influencias internacionales económicas y políticas sobre el Gobierno de Laurent Fabius para resultar ser el elegido y beneficiarse de 7.590 millones de pesetas en préstamos oficiales, con el único compromiso de salvar los puestos de trabajo. El imperio Agache-Willot tenía entonces 30.000 empleados y poco después del paso a manos de Arnault, que se desprende de una treintena de fábricas textiles deficitarias del grupo, se queda en menos de 10.000.
El mote de Terminator que algunos le han dado a Arnault tiene que ver con la forma fría, expeditiva, con la que ha resuelto siempre los conflictos laborales o cualquier cambio de cargos entre su equipo. Ese estilo americano de Arnault -se dice que lo aprendió durante su estancia en Estados Unidos- chocó siempre en el mundo del lujo en Francia, donde la mayoría de las grandes marcas que luego cayeron bajo su poder eran empresas familiares y cuyos propietarios se jactaban de conocer perfectamente el nombre de hasta su último empleado.
El hecho de que Arnault fichara a diseñadores extranjeros para la mayoría de las firmas tradicionales francesas que adquirió, Marc Jacobs para Vuitton, Michael Kors para Cèline, Alexander McQueen en Givenchy, John Galliano en Dior, provocó en su momento también un buen número de críticas.
Sin embargo, posteriormente esa práctica fue aceptada e imitada por otras firmas. Tras tomar el control de Dior, el ascenso de Arnault será meteórico. Poco tiempo después, se queda con la firma Christian Lacroix; luego pasará a controlar Cèline y preparará el asalto a una gran empresa, el LVMH -Louis Vuitton Moët-Chandon, Hennesy-, a cuya cúspide llega en 1989 tras una tenaz batalla con otros competidores y una veintena de acciones judiciales en su contra.

EL IMPERIO
Al vencer a su gran competidor, Henry Racamier, y convertirse, con el 18% del capital -después de poner sobre la mesa 227.700 millones de pesetas- en primer accionista de LVMV, Bernard Arnault pasa a controlar también los perfumes Guerlain y Givenchy, los champañas Veuve Clicquot, Moët & Chandon y el coñac Hennesy. Luego, llegarán Pommery, Dom Pérignon, Mercier, Ruinart, Kenzo, la española Loewe, La Brosse, canard Duchêne, Dupont, la cadena de distribución de cosméticos y perfumes Sephora, las 180 tiendas de duty free de lujo de la cadena DFS, implantada especialmente en Asia, y las últimas, Krug y Gucci.
La compra de Krug en enero de este año por 1.000 millones de francos -unos 25.300 millones de pesetas-, por parte del holding de Bernard Arnault, se suma a las firmas del segmento "cavas de prestigio" ya en su poder, con lo cual aglutina ya la primera cartera mundial de marcas de champaña. Tras la adquisición del 34,4% de Gucci por 6.000 millones de francos (151.800 millones de pesetas), Arnault aseguró que no pretendía lanzar una OPA sobre esa famosa firma en este momento, pero nadie lo descarta a medio plazo. Además, el grupo francés acaba de presentar una demanda contra la actual dirección de Gucci, a quien acusa de emitir acciones falsas de la empresa para evitar que Arnault se convierta en primer accionista.
Asimismo, se encuentra en estos momentos en plena negociación de compra de Yves Saint Laurent.
En una de las pocas entrevistas concedidas a los medios de comunicación, Bernard Arnault dijo que desde joven quiso ser un industrial, "pero también siempre estuvo interesado en el lujo".
A pesar de que en 1998 el volumen de negocios del holding alcanzó los 6.900 millones de euros -1,12 billones de pesetas-, lo que supone un 5% menos con respecto al año anterior, su ansia acumuladora de empresas parece no conocer límite.
Y así se refleja en el lema que ha adoptado su grupo: "La vocación de LVMH es ser embajador del arte de vivir occidental más refinado". Y Arnault parece empeñado en cumplir con la misión de llegar al nuevo milenio con todas las "fábricas de sueños" en sus manos.

ELSA SHIAPARELLI

 


ELSA SHIAPARELLI


Captura de la página web de la casa Schiaparelli.
Fue en 1954 cuando el 'atelier' de la emblemática diseñadoraElsa Shiaparelli cerró sus puertas. Schiaparelli no pudo adaptarse al nuevo mercado de la moda y los nuevos diseñadores más realistas acabaron por destronar a la que había sido la reina de surrealismo.
Schiaparelli es uno de esos personajes que resurge de la nada y que llega al éxito más absoluto con un ingenio innato para la moda. Nació en Roma en 1890 en una familia acomodada. De sus recuerdos de infancia en el jardín de su padre surgió el rosa 'shocking' que aparece en sus prendas. A los 22 años se marchó a Londres donde vivió el primer desamor, su marido la abandó por otra mujer y, así continuó su periplo a Nueva York, donde se contagió de la corriente 'dadaista'. Allí conoció a Blanche Hays, la persona que la introdujo en las grandes 'maisons' de la alta costura de París.
Poco a poco empezó a diseñar vestidos a conocidas hasta que el gran modisto Paul Poiret le echó el ojo para trabajar en su 'atelier'. Pero Schiaparelli ya volaba sola y en 1927 creó su propia firma. Fue la época de las grandes mujeres de la moda: VienetLanvin y Coco Chanel, su rival incondicional.

Felices años 30

La corriente que creó Schiaparelli iba al margen de la moda y era considerada arte. Consiguió que la revista 'Vogue' la encumbrase. los años 30 fueron su época dorada, momento en el que creó colecciones 'easy wear', además de tres líneas de ropa: deportiva, más casual y la de alta costura.
A ella se le reconocen creaciones como el jersey de lana blanca y negro con el lazo en trampantojo, tejidos imposibles como la lana encauchutada, cuero barnizado, plástico o el celofan. Los botones tematizados, la falda pantalón, los desfiles entendidos como espectáculo y la idea de la crear una marca.

Dalí y Elsa, una pareja surrealista

El surrealismo fue su fuente inspiración, trabajó con Jean Cocteau y Salvador Dalí, con el que creó las piezas más laureadas de su carrera, el traje con bolsillos de cajones, los insectos, el zapato que no es zapato sino sombrero y el mítico vestido con la langosta.
Elsa murió en París en 1973 alejada de las pasarelas y de la moda. Esta semana vuelve a París con más fuerza que nunca de la mano del que fuera director de RochasMarco Zanini que ha presentado la primera colección para la casa de Schiaparelli. Parece ser el más indicado para ello, ha rescatando antiguas firmas, como Halston yRochas, ahora tiene un gran reto por delante y es, mantener más viva que nunca a la gran modista.

Aqui va un video con los diseños más famosos y originales de la diseñadora!


jueves, 27 de octubre de 2016








MARKETING MIX



QUE ES EL MARKETING MIX?

Es un análisis de la estrategia interna desarrollada comúnmente por las empresas. Se analizan cEs un análisis de la estrategia interna desarrollada comúnmente por las empresas. Se analizan cuatros variables básicas de su actividad: producto, precio, distribución y promoción.


OBJETIVO DEL MARKETING MIX:

Su objetivo  es conocer la situación de la empresa y poder desarrollar una estrategia específica de posicionamiento posterior.
Esta estrategia es también conocida como las "4Ps", dado que en su origen anglosajón se conoce como: price (precio), product (producto), place (distribución) y promotion (promoción).


VARIABLES BÁSICAS DE SU ACTIVIDAD:

Precio

En esta variable se establece la información sobre el precio del producto al que la empresa lo ofrece en el mercado. Este elemento es muy competitivo en el mercado, dado que, tiene un poder esencial sobre el consumidor, además es la única variable que genera ingresos.

Producto

Esta variable engloba tanto el producto (core product) en sí que satisface una determinada necesidad, como todos aquellos elementos/servicios suplementarios a ese producto en sí. Estos elementos pueden ser: embalaje, atención al cliente, garantía, etc.

Distribución

En esta variable se analizan los canales que atraviesa un producto desde que se crea hasta que llega a las manos del consumidor. Además, podemos hablar también del almacenaje, de los puntos de venta, la relación con los intermediarios, el poder de los mismos, etc.

Promoción

La promoción del producto analiza todos los esfuerzos que la empresa realiza para dar a conocer el producto y aumentar sus ventas en el público, por ejemplo: la publicidad, las relaciones públicas, la localización del producto, etc.










EJEMPLOS DE MARKETING MIX:


1- Producto: Yogur Danone sabor fresa y coco  de 150 gramos.
- Precio: 0’50 céntimos
- Plaza: Supermercados , pequeños establecimientos, y autoservicios.
- Promoción: Spots de Televisión y radio.

2.-
Producto: Periodico Marca.
- Precio: 3 euros.
-Distribución: locales de ventas de periódicos, supermercados y restaurantes.
- Promoción: Spots en internet.
3.-
- Producto: falda Zara
-Distribución: Establecimientos Zara
- Promoción: Spots en internet, carteles.
4.-
- Producto: Tarro de crema nivea 550 ml
- Precio: 12 euros.
-Distribución: Supermercados y farmacias.
- Promoción: Spots en TV, y carteles.
5.-
- Producto: Cerveza Corona 650 ml
- Precio: 1’50
-Distribución: Tiendas, supermercados, depósitos de cerveza .
- Promoción: TV, radio, periódicos,carteles.



lunes, 7 de marzo de 2016

DIFERENCIAS ENTRE SASTRE, MODISTA, Y DISEÑADOR